Saludos,
nuevo turno publicado, y esta vez ya empezamos a entrar en el
clímax de la batalla: docenas de combates, demonios luchando en el interior de la ciudad, un enfrentamiento entre dos titanes en el centro del campo de batalla y
Magnus se une a la refriega. ¡No te lo pierdas!
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Turno 3
Caos
Con la batalla entrando en su apogeo, múltiples combates se sucedían alrededor de Asavar Kul. Ningún enemigo lograba acercarse lo suficiente al alcance de sus hachas, pero la carga de sus propias tropas había sido detenida mucho antes de lo que había previsto. Era como si, por una vez, los humanos estuvieran luchando con más determinación, como si formaran parte de un solo cuerpo, y no cada uno por su cuenta, como solían hacer. Por ello, Asavar Kul tuvo que reprimir sus ansias de entrar en combate y mantenerse entre sus propias filas, observando el desarrollo de la batalla y reaccionando a las tácticas enemigas.
....
El tercer turno fue una batalla de desgaste por parte de ambos ejércitos. Los combates contra los Tanques a Vapor seguían sin resolverse y más unidades se unían a los combates múltiples. En algunas áreas el Team Kul lograba terminar con sus enemigos; en otras era mermado. Las dos Quimeras consiguieron llegar hasta el fondo de las líneas imperiales, llevándose por delante a un par de máquinas de guerra. Pero estaban demasiado solas y era cuestión de tiempo que cayeran bajo el incesante fuego enemigo.
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Uno de los gigantes disfruta como un enano aplastando soldados imperiales |
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Visión general del flanco oeste del Caos |
Por suerte para ellas, en la zona central del campo de batalla se encontraban otros grandes monstruos que trataban de ayudarlas. Un Dragón del Caos y un Beligor en carro destrozaron el otro gran regimiento de Flagelantes que flanqueaba al Altar de Guerra de Sigmar. Y éste fue cargado a su vez por Balaal, montado en su Dragón Emperador del Caos, que ansiaba ya entrar en combate.
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Balaal y su dragón emperador cargan contra el Gran Teogonista |
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Línea de combates en el centro de la batalla |
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El Dragón del Caos pequeño y el carro de los Hombres Bestia ya han liquidado a la horda de Flagelantes |
En Kislev, un Príncipe Demonio con una sola herida cargó contra el Matademonios en una de las callejuelas secundarias de la ciudad… y consiguió la victoria. El enano trató de acabar con la vida de su oponente en un último ataque, pero no lo consiguió.
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Los tres demonios de Khorne avanzando en la ciudad |
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El resultado del combate entre el Príncipe Demonio de Khorne y el Matademonios |
Con la sangre hirviendo de ira por llevar dos turnos sin entrar en combate y siendo disparado por todos lados, An’ggrath cargó contra los Atronadores Enanos de forma visualmente espectacular; aunque sus ataques no fueron tan espectaculares... Aun así logró romper la línea enana gracias al golpetazo atronador y obligarlos a huir, sin (increíblemente) atraparlos. A su lado, se posó otro Príncipe Demonio, preparado para batirse contra el propio Zar de Kislev en el siguiente turno.
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A la derecha, el segundo Príncipe Demonio reta al zar de Kislev en combate singular |
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A su lado, An'ggrath carga contra los atronadores |
La magia y el disparo hacían su trabajo, pero la teórica supremacía mágica del Caos fue muy menguada por culpa de los tres Archimagos Altos Elfos. Por fortuna, el Team Kul logró colar un Portal Infernal a la Caballería de Ostermark que dejó a la unidad tambaleante, con menos de la mitad de sus efectivos. Y por otra parte, el Cometa de Casandora finalmente cayó delante de los Cañones Infernales, eliminando la dotación de uno de ellos.
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Uno de los Cañones Infernales se queda sin dotación. Mal asunto |
En la fase de disparo, dos de los proyectiles lanzados por los propios Cañones Infernales impactaron contra una horda de Grandes Espaderos de Ostermark, causando un montón de bajas. Los supervivientes dieron media vuelta y se fueron a buscar algo que habían olvidado fuera del campo de batalla. ¡Pero a Ostermark aún le quedaban dos hordas más!
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Los Desangradores se disponen a vengar la muerte del Devorador de Almas |
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Arbaal y un carro de la bestia de Khorne se unen a a la refriega |
Los Trolls consiguieron al fin doblegar a los Lanceros Alados, a quienes persiguieron y liquidaron. Y a la postre se toparon con otra unidad de caballería: los Caballeros del Lobo Blanco. Esta vez, el rival sería más duro.
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Los Trolls del Caos y su lucha por controlar el sendero de la torre |
Turno 3
Imperio
Fue entonces cuando lo vio. Rodeado de un mar de guerreros de negra armadura y montado sobre un enorme carruaje de guerra, Asavar Kul ordenaba y dirigía a sus tropas con terrible determinación. Magnus sabía que lograba terminar con aquella bestia, la moral de los guerreros del norte decaería. Sin vacilar, ordenó a su guardia cargar contra la horda de Caballeros del Caos que se interponía entre ambos generales y cruzaron el campo de batalla a todo galope. La fuerza del choque, carne contra carne, acero contra acero, fue espantosa.
A partir de aquel momento todos sus sentidos estaban absortos en los enemigos que tenía enfrente. A lo lejos, oía gritos de júbilo y gritos de terror por igual, en aquellos lugares donde sus tropas triunfaban o eran despedazadas. Pero él ya no podía hacer nada al respeto, cada Conde Elector tendría que valerse por sí mismo. A él sólo le importaba un rival a batir. Y lo tenía muy cerca.
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Los combates con los Tanques a Vapor empiezan a eternizarse |
En Kislev, el Zar cargó contra el Príncipe Demonio de Khorne y fue apaleado hasta morir, sin posibilidad siquiera de atacar. Y menos mal, porque al demonio le quedaban tan solo dos heridas. La Guardia de Kreml y los Guerreros del Clan también cargaron, pero contra An’ggrath. Y he aquí la sorpresa. Este demonio tiene una regla especial que otorga a TODAS las unidades a 12” +1 a la fuerza y luchar con filas adicionales (+1). Lo cual, a la práctica, se traducía en más ataques contra él, más posibilidades de herirle y menos tirada de salvación por armadura. Sin embargo debo admitir que no es que la regla sea mala, sino que su general (o sea yo) lo jugó mal. An’ggrath terminó ganando el combate gracias al Golpetazo atronador (de nuevo), pero ambas unidades mantuvieron sus posiciones. Y además, los Atronadores que habían huido en el turno anterior, se reagruparon justo en el borde de la mesa.
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El Zar Alexander acepta el reto y carga contra el demonio, con nefastas consecuencias |
Fuera de las murallas, Arbaal el Invencible fue objetivo de todos los disparos posibles (cuatro Cañones, dos Lanzavirotes, un Cañón órgano…) y cayó. Cayó sin probar el combate. Otro personaje especial que se iba de la batalla sin haber tirado los dados. Los Arcabuceros y los Cazadores kislevitas de las murallas se encargaron de las Furias que amenazaban a las máquinas de guerra. Por su parte, los Caballeros Pantera, apoyados por un Grifo, cargaron contra un Carro de la Bestia de Khorne. Lograron terminar con él y arrasar hasta trabarse con la unidad de Desangradores.
A su izquierda, los Caballeros en Semigrifo cargaron contra la horda de Bárbaros de Khorne que ya estaba en combate contra una unidad de Caballeros mercenarios. Aquello fue demasiado para los guerreros norteños, que huyeron despavoridos.
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La carga de los Semigrifos en el flanco este fue bestial y traería consecuencias |
Pero fue en el centro donde se vivió el combate más espectacular. La guardia de Magnus, una unidad de 39 Caballeros de la Orden del Grifo cargó contra los Caballeros del Caos. El combate fue durísimo y cayeron muchos guerreros por ambos bandos, pero la fuerza de la carga, unida a los ataques de Magnus, decantaron la contienda a favor del Imperio, que ganó el combate e hizo huir a sus adversarios. No lograron atraparlos y se toparon con una horda de Guerreros del Caos con alabardas.
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Magnus y su escolta de 39 caballeros de la Orden del Grifo cargan contra 30 caballeros del Caos |
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A su alrededor, los combates se suceden |
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Finalmente, El Imperio gana el combate y obliga a huir a la caballería caótica |
Además, uno de los Cañones imperiales logró acabar con el segundo Dragón del Caos, dejando a su jinete (como el anterior) a pie por el mundo. Pero éste no había dicho aún su última palabra…
Sin embargo, la mayor parte de máquinas de guerra del centro imperial se centraron en la unidad intacta de Minotauros que amenazaba su centro-oeste. Para curarse en salud, le dispararon con un Cañón de salvas, unos Ballesteros, la Guardia del mar y el Lanzavirotes. La unidad perdió casi la mitad de sus efectivos, pero aun así, seguía siendo temible.
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La unidad de Minotauros antes de ser objetivo de cientos de disparos |
Dos Cañones imperiales y un Mortero explotaron durante ese turno (¡¡al fin!!) pero la fase de disparo no terminó hasta que uno de los Cañones ligeros Tileanos consiguió herir -y matar- al segundo de los Mamuts de Guerra. ¡El Caos se estaba quedando sin grandes monstruos!
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El Imperio mantiene el puso para impedir que las tropas del Caos logren cruzar el río. Y de momento lo están consiguiendo |
Muchos otros combates se decidieron en este turno por aquella zona: los Maestros de la Espada finalmente cayeron entre la Gorgona y los Elegidos, la Quimera que había sido cargada por un Tanque a Vapor fue destruida, y el mismo destino sufrió un Carro de los Hombres Bestia que había cargado contra el Conde Elector de Ostermark y su guardia de caballería.
En el flanco oeste, los Ogros Comehombres entraron al combate donde el Príncipe Demonio de Nurgle y los Caballeros del Caos trataban en vano de destruir al Barco Terrestre de Marienburgo. Los Comehombres cambiaron su apodo y se convirtieron en comedemonios. Y con esto está todo dicho. Mientras, los Trolls seguían aguantando impertérritos los ataques de los Caballeros del Lobo Blanco. Esos trolls eran unos auténticos tipos duros...


Madre mía que épica esta siendo la batalla! Con ganas de más.
ResponderEliminarA partir de ahora iré subiendo más rápido, para no tener que esperar una semana entera!
Eliminartengo hype por las nubes!!! increible todo el currazo! gracias!!
ResponderEliminar"Dos Cañones imperiales y un Mortero explotaron durante ese turno (¡¡al fin!!) pero la fase de disparo no terminó hasta que uno de los Cañones ligeros Tileanos consiguió herir -y matar- al segundo de los Mamuts de Guerra."
ResponderEliminarMontaña rusa de emociones XD Seguía leyendo con una sonrisa en los labios tras las explosiones y al llegar a lo del mamut menudo bajón. Esta siendo todo muy épico!!
Ya se sabe que la batalla fue una masacre para ambos bandos y que quedaron muy pocos testigos para contarlo. A ver si en el siguiente turno tenemos un combate Magnus versus Asavar Kul que determine que comandante en jefe sobrevive.
ResponderEliminarAún no hombre, que si muere alguno de ellos no podré contarlo desde su punto de vista!
EliminarLa verdad es que miras los diagramas del primero al último turno y ves ahí una masacre que no veas...
¡Vaya batallón! Que ganas de seguir leyendo esta carnicería.
ResponderEliminarPor cierto, tienes una errata, creo en el primer párrafo del imperio :
La fuerza del *coche*, carne contra carne, acero contra acero, fue espantosa.
Imagino que querrías poner choque
¡Un saludo! ¡Que ganas de saber quién ganó!
Gracias Enrique! Corregido. Evidentemente, era "choque" jejeje
ResponderEliminar¿Que tal se estan portando los Halflings? ¿Han causado alguna baja?
ResponderEliminarA ver si puede responderte Pep, que es quien los llevaba (y su propietario)
EliminarContra todo pronóstico, sobreviviendo, aunque no pudieron apenas disparar hacia el final de la partida debiendo a que estaban casi todo el rato fuera de alcance...
EliminarMe siento como si estuviese leyendo los primeros informes de batalla de las white dwarf cuando era pequeño, la misma emoción e ilusión. Es fantástico!
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