La III Batalla del Paso del Fuego Negro: Turno 1

Saludos,

Ahora sí, empieza La III Batalla del Paso del Fuego Negro. Como ya imaginaréis, jugaron primero los orcos, y no se quedaron precisamente a esperar a nadie... ¡Vamos allá!





Turno 1 Orcos

Vorag rugió y, a su señal, centenares de cuernos empezaron a retumbar a lo largo del valle como señal para que toda la horda iniciara su avance. Fueron solo unos segundos, pero el ruido se volvió atronador al verse acompañado por el rugir de las miles de criaturas bajo su mando y el estruendo provocado por las pisadas de los gigantes y las ruedas de los carruajes al empezar a moverse.

Fuera por ganas de entrar en combate o por temor a despertar su ira, Vorag comprobó como incluso los regimientos más indisciplinados marchaban como una marea verde hacia donde se agrupaban los humanos. Solo hubo una excepción: una peña de Trolls parecía no comprender que estaban haciendo allí, quedando embobados en medio de una arboleda.

Los chamanes empezaron sus cánticos a Gorko y Morko para que los vientos de la magia fluyeran con el ímpetu de la hueste. Por la razón que fuera, en ese momento los dioses pielesverdes no quisieron atender sus llamada, y la mayoría de brujos solo consiguieron manifestar débiles chispas con sus dedos.

Con otro gran estruendo, los orcos y goblins observaron como por encima de sus cabezas empezaban a volar piedras, virotes y hasta goblins con alas de tela. Vorag contempló como iban a estrellarse con gran estrépito al otro lado del campo de batalla, en las colinas que ocupaban las máquinas de fuego de los humanos.

Al Kaudillo le congratuló toda esa cacofonía. Pronto llegaría su momento.


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Avance general orco en el flanco oeste

Una masa de infantería y bestias temibles amenaza el centro imperial

El flanco este orco a vista de arpía. Y algunos imperiales pidieron parlamentar

El brazo derecho de Marc empieza a teletransportarse mientras echa un trago y juega a Warhammer


Ganando la tirada para empezar la partida, los generales pielesverdes no dejaron pasar la oportunidad y empezaron un avance general de todas sus unidades. Los regimientos de gigantes y trolls que estaban en primera línea avanzaron hasta casi la mitad del campo de batalla, con los regimientos de jinetes de lobo y carruajes flanqueándolos, listos para lanzarse a la carga en el siguiente turno. Bueno, todas las unidades no: unos trolls del flanco este fallaron el chequeo de estupidez, a pesar de contar con el liderazgo de un kaudillo cercano ¡e incluso la repetición de tirada que les otorgaba el portaestandarte de batalla!

En el flaco oeste los orcos concentraron aun más unidades listas para cargar, con una gran unidad de jinetes de jabalí y dos kaudillos en serpiente alada rugiendo ante la línea de averlandeses que les esperaban. En el resto de la línea las serpientes aladas aprovecharon su gran capacidad de movimiento para reposicionarse, intentando quedar a salvo de los previsibles cañonazos situándose detrás de las unidades de gigantes o elementos de escenografía. Destacar también que las unidades con armas de proyectiles también avanzaron, puesto que la mayoría de ellas se encontraba fuera de alcance o con objetivos poco apetecibles.

En la fase de magia no se puede decir que los vientos soplaran muy a favor de los chamanes orcos ni de los goblins. En la parte central del campo de batalla, los jugadores pielesverdes maldicieron su suerte al no conseguir lanzar un solo hechizo, mientras que en el flanco oeste al menos lograron potenciar con un importante +1R a la unidad de karroz goblin, lanzando idéntico hechizo sobre la unidad de gigantes del flanco este.

En la fase de disparo las máquinas de guerra goblins llevaron a cabo un fuego de contra-batería: en el flanco oeste y en el centro todas las katapultas dispararon a los grandes cañones, conscientes de su capacidad para eliminar fácilmente a las grandes criaturas de la horda. No consiguieron destruir a ninguno de ellos, pero dejaron al cañón de Averland con una sola herida y al de Stirland con tres*.

En el flanco este la artillería abrió fuego contra la unidad de Batidores, quienes huyeron después de ver caer a tres de sus camaradas. Estas fueron las primeras bajas de la partida y, al no haber combates, representaron el final del turno de los orcos.


Oriol busca excusas (véanse sus manos) para contar como los trolls fallaron dos veces el Chequeo de Estupidez con L9

Cara de preocupación de los generales imperiales a medida que ven acercarse más unidades orcas de las que les gustaría


Los jugadores del bando pielverde lamentaron no destruir a ninguna máquina guerra rival en la fase de disparo. Dicen los rumores que se oyó algún "Esto de Novena, no sé, no sé..."


Turno 1 Imperio

Los orcos habían empezado a avanzar, y le tocaba al Imperio responder. Karl Franz había dado instrucciones precisas para que las tropas estatales estuvieran preparadas, y los soldados ya se encontraban en su sitio, con los capitanes e ingenieros desgañitándose y ordenando que las tropas de proyectiles aprovecharan al máximo los escasos disparos que dispondrían antes que tuvieran a los orcos encima.

El Emperador observó como los flagelantes empezaban a avanzar hacia la horda orca aullando proclamas ininteligibles. No podía hacer nada por ellos ni por sus almas más que elevar una plegaria a Sigmar, pero estaba seguro que su sacrificio podría retrasar el avance de los orcos. A ellos se unió el traqueteo de los tanques a vapor, que rodaban hacia el frente dispuestos a desordenar la línea pielverde con su presencia.

Pero donde Karl Franz quedó verdaderamente sorprendido fue al contemplar como un grupo de halflings se lanzaba a por una serpiente alada que había avanzado demasiado su posición. Vio caer a muchos medianos mientras estos trataban de envolver a la sierpe, pero a pesar de ello no se retiraron del combate. Se aseguraría que fueran honrados por ello.

Los hechiceros humanos, provenientes de los diversos Colegios de la Magia, hicieron uso de sus habilidades, y las bolas de energía de todos los colores empezaron a iluminar la planicie, envolviendo a varios enemigos en sombras y acabando con algunas infames criaturas.

Pero lo que consiguió desorganizar más a los orcos fueron los disparos. Algunos artilleros habían caído bajo los pedruscos lanzados desde el otro lado del campo de batalla, pero la tosca puntería goblinoide no había causado daños graves. Dispuestos a contrarrestar al fuego enemigo, todas las máquinas imperiales rugieron, derribando a varios gigantes, acabando con regimientos enteros y haciendo huir a los primeros enemigos.

Desde luego, pensó el Emperador, este no era un mal inicio.


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Vista panorámica después de los movimientos imperiales en el flanco oeste

Avance imperial en el centro para tratar de frenar a la masa

Las tropas de Ostermark se reposicionan para hacer frente a las múltiples amenazas que vienen a hacerles papilla


Los generales imperiales observaron como la horda orca se encontraba peligrosamente cerca y se dispusieron a dar respuesta. Primero, concentraron las órdenes de los condes electores y capitanes a las unidades de arcabuceros para ignorar el penalizador de -1 por disparar a largo alcance. En segundo lugar, decidieron que no mover o apenas resituar algunas unidades sería una buena opción, avanzando eso sí a los regimientos de flagelantes y tanques a vapor para contener hasta donde fuera posible a los enemigos. En el flanco este también lograron reagrupar a los batidores, que habían huido poca distancia y se encontraban al límite del campo.

Hay que destacar también la carga de los halflings del centro a una serpiente alada. Era un movimiento arriesgado, porque no es que tuvieran muchas posibilidades de ganar el combate, la verdad. No obstante, los generales imperiales contaban que, en el peor de los casos, serían impasibles, chequeando con L8 y podrían dejar bloqueada a una serpiente alada al menos un turno.

En cuanto a la magia, en el flanco este los hechiceros hicieron buen uso de los proyectiles mágicos del Saber de la Luz y tumbaron a un gigante a base de Destierros y Miradas Ardientes. En el centro el Archilector consiguió canalizar un par de plegarias para otorgar repetir para herir y especial de 5+ en combate, hechizos que gracias al poder del Altar de Guerra potenciaban a tres unidades en área y desalentaban posibles cargas enemigas. También en la parte central el Hechicero Amatista maldijo a la unidad de gigantes con un -1R, a la vez que en el flanco oeste su colega del Colegio Brillante consiguió lanzar una bola de fuego, pulverizando a un troll e hiriendo a otro.

En ese mismo flanco, en la fase de disparo se alzaron 60 arcabuces y, al grito de ¡Fuego! del mismo Leitdorf, descargaron sus disparos contra un regimiento de 15 Jinetez de Jabalí. Una vez se disipó el humo el regimiento había sido exterminado, quedando solo un Kaudillo, bañado en sangre y frenético por entrar en combate.

Además, se causaron heridas a varias unidades (ver diagrama), destacando el derribo de un gigante y una vagoneta en la parte central y el efectivo fuego de las máquinas de Altdorf, acabando con varios orcos y jinetez de lobo y haciendo huir a un par de unidades.

En el lado este, toda la pólvora de los ostermarkeses se concentró en la unidad de lobos que había avanzando incautamente rodeando el Templo de Sigmar, no dejando a ninguno con vida. Por último, el gran cañón hizo volar en pedazos un karro orco, aunque el resto mantuvieron la posición. En el único combate que hubo los halflings aguantaron estoicamente, y con esto se puso fin al primer turno imperial.


Como siempre los halflings tienen que sacar las castañas del fuego. ¡Ha!

El Kaudillo Orco que sobrevivió (herido) a la lluvia de pólvora de Averland

El centro stirlandés. ¡Poco disparos me parecen!

* En las reglas que utilizamos (Ninth Age) este tipo de máquinas de guerras suelen tener R4 y 5-6H, a diferencia del perfil habitual de R7 y 3H.

Comentarios

  1. A POR ELLOZ!!!! muy guapo! bajas esperables en el bando orco y la tipica falta de punteria....el combate sera mas interesante!!

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    1. Sí, la verdad es que los imperiales nos podríamos haber quedado fácil sin dos de los cañones y ya se sabe que esto habría provocado pánicos y demás problemas... Fue bastante suerte perder solo los 3 Batidores en ese turno la verdad.

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  2. Claramemte algun comandante imperial señalo a la serpiente alada y les dijo a los halflings "Eh, que ese bicho puede volar por encima de nosotros y atacar las ollas calientes". Y ningun halfling que se precie dejara caer en manos del enemigo la sopa tipica de la Asamblea.
    El inicio ya es sangriento, pero ciando choquen las lineas van a haber mas tortas que en una panaderia.

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    1. Sí en verdad los halflings son los más valientes... almenos con ese liderazgo más que la vasta mayoría de los soldados humanos ^^

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  3. Qué épico! Jjjj dichosos halfings!!! Muy buen inicio imperial, luego cuando llegue la hora de las tortas...comerán garrote. En este inicio de partida no ha habido grandes pérdidas (me refiero a importantes, como Comesoles en la de Kislev). Pese a caer un par de gigantes, siguen marchando. Y si no he entendido mal, las unidades que han sido borradas o huyen son más o menos genéricas. Buah qué chulada, deseando ver el siguiente turno. Ánimos con el confinamiento!!! 💪 Entró cada día a ver vuestros avances!!

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    1. Hola Mapache. Muchas gracias por seguirnos a diario. Qué bien, ¡esto nos anima un montón! :)

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