El tablero de juego

Saludos,

hoy os traigo el paso a paso de la construcción de la mesa de juego que utilizamos en La Batalla a las Puertas de Kislev. Para la zona de la ciudad me reservo un vídeo para explicarlo mejor, pero para el resto del tablero, aquí tenéis el relato del proceso que realicé para llevarlo a cabo. Espero que os sirva de inspiración para vuestros propios proyectos.



Antes de empezar a construir nada, era importante diseñar bien como se realizaría la maqueta, qué soporte sería el más adecuado, qué medidas podía albergar la sala y como debería integrar la escenografía en el terreno. Y como siempre pasa en este hobby, el dinero fue un aspecto muy a tener en cuenta.



Así pues, lo primero a decidir serían las medidas del tablero. La idea era juntar 6 mesas de 1,20x1,80 por su parte más ancha, lo que daba un total de 7,20x1,80, y poder utilizarlas más adelante en futuras partidas. Por desgracia, aunque mi garaje es grande, no había suficiente espacio para que los jugadores pudieran moverse alrededor de una mesa tan grande, así que finalmente reduje el conjunto 60cm, quedando finalmente una superfície de tablero de 6,60x1,80. De esta forma podía seguir manteniendo 5 mesas enteras y solo un tablero de 60x1,80 sería poco útil después de la partida.



Cada una de las secciones de 1,80x1,20 tenían que estar formadas por módulos de 60x1,20 por ser más manejables, y más fáciles de transportar y almacenar. Pero eso significaba también una mayor inversión dinero y en tiempo de montaje (cosa que no tenía! lo hice todo en una semana!!), así que finalmente las monté de una pieza: 5 mesas de 1,80x1,20 y un tablero de 1,80x0,60.


Parte de los materiales utilizados para la construcción de los tableros

Otra cuestión relacionada con la estructura de las mesas era el soporte. Para ello utilizamos un montón de caballetes y 4 patas de mesa para las esquinas, con el fin de evitar tropiezos accidentales y una buena sujeción en los puntos de apoyo de los jugadores.

Por lo que respecta a la escenografía y el terreno, teníamos muy claro que no queríamos simplemente un páramo llano pintado de verde, sino algo más trabajado. Y en este sentido la sección del río constituía un desafío. Para darle mayor realismo, la orografía (es decir, la forma del terreno) estaba integrada en las mesas, no es de quita y pon. Por lo tanto, teníamos que modelar un cauce de río, lo que significaba aumentar el nivel del resto de los tableros por donde éste transcurría (2 mesas, en concreto). Además, en esas mismas mesas había una elevación del terreno en el área de despliegue imperial y dos acantilados rocoso en el extremo occidental.

Así pues, lo primero era montar las cuatro mesas de 1,80x1,20 (la 5a es la mesa de la ciudad, de la que ya hablamos anteriormente aquí) y una de 1,80x0,60. Esta parte sería común en todas ellas. Utilicé contrachapado de 1 cm de grosor (piezas de 1,20x0,60) sobre un esqueleto de listones de madera de pino de entre 21 y 28 cm (en función del lugar y el peso que tuvieran que soportar). Los atornillé y me di cuenta que los listones no eran todo lo recto que deberían ni el contrachapado todo lo plano que tenía que ser. Así que me las tuve y retuve hasta encontrar las piezas que estaban en mejor estado y sudé de lo lindo para que el resultado final fuera un tablero como dios manda. Y era muy importante que quedaran bien para que después cada mesa encajara a la perfección con la mesa de sus lados.

Una de las mesas, con sus tres tableros de contrachapado ya clavados


Una vez lidiado con la madera, era el turno de subir el nivel del suelo de dos de las mesas para poder modelar luego el río. En este caso utilicé planchas de poliestireno de alta densidad de 4 cm de espesor. Pegué las planchas sobre las mesas con cola blanca y lo dejé secar un buen rato.

El poliestireno de alta densidad


Una vez seco fue el turno de modelar el cauce del río, cosa que hice con una cuchilla grande, una aspiradora y bastante paciencia. Justo después pegué la colina sur (la imperial, digamos) y modelé también el camino que baja por ella y se dirige al puente que cruza el río.

El poliestireno ya pegado y con la escenografia encima para visualitzar por donde pasaría el río


Ahora venía la parte experimental. Hasta ahora había utilizado técnicas que ya conocía bien, pero para modelar las montañas occidentales, la cosa cambiaba. Podría haber utilizado un montón de planchas de poliestireno y luego modelar la forma de las rocas, pero eso resultaría muy caro y trabajoso. Así que me decidí por probar algo nuevo: espuma de poliuretano. Esta espuma se utiliza en el sector de la construcción para insonorizar y proteger las viviendas de los cambios de temperatura. Se trata de un material como la espuma de afeitar, una vez lo echas aumenta mucho de volumen. A los 10 minutos normalmente ya ha dado todo de sí. Como veréis en la imagen, lo primero que tuve que recortar fueron las planchas laterales con madera DM que actuaran de límite de estos elementos. El papel de periódico debajo lo coloqué para que la espuma no quedara pegada a las planchas de poliestireno y así poder separar ambos elementos después de la partida.





Y bueno, después de 3 botes enteros y algunos recortes de poliestireno que tenía por ahí, logré construir esa gran masa de roca. Lo malo es que debido a su proceso de expansión, la forma final es como una aglomeración nurglosa que hay que trabajar porque se ve poco realista. Así que tampoco me ahorré la parte del cutter... También pegué algunos cachos de espuma por otros sitios para que diera continuidad a la temática escenográfica.

La cosa se va poniendo seria...


Una vez terminada la orografía, el siguiente paso era modelar el cauce del río. A diferencia del resto de tablero, el cauce del río y el camino debían tener una superficie distinta, más rugosa, más pedregosa. Pero además, en el caso del río, luego había que aplicar el líquido especial efecto agua, así que no podía haber ninguna fisura por donde pudiera perderse ese preciado material. Utilicé hojas de periódico y una capa de cola blanca para sellar el cauce y luego esparcí por encima piedra y arena de distintos tamaños.




Una vez hube terminado de dar forma al terreno llegó la hora darle rugosidad a todo el terreno llano. Para ello realicé una mezcla con un poco de arena fina, masilla marrón (la arcillosa), cola blanca y agua y la apliqué encima del tablero punteando de vez en cuando. Aquí y allá hice pequeños montecitos para romper el plano horizontal, especialmente alrededor del camino. Estos los realicé con papel higiénico empapados con cola blanca muy diluida; es una manera práctica y barata de darle un aspecto más tridimensional a la mesa. En cuanto al camino, utilicé la misma mezcla pero añadiendo mucha más arenilla fina. Aunque la verdadera clave aquí estaba en la forma de aplicar la masa en la superficie de la mesa: con un pincel grande pintando siempre en la misma dirección, de forma que se forman pequeñas líneas que parecen el testimonio del paso de carromatos.

Y llegó el momento de ponerse a pintar. No tiene truco. Pintura para paredes; un color base y otro para el pincel seco y el mismo proceso en el camino, pero con un color más claro. Para pintar las rocas, otro sistema para ahorrar tiempo (me quedaban dos días para terminar): primero recubrí las rocas a brochazo limpio con una capa de cola blanca; luego, compré un par de sprays de color gris y di la primera capa. La razón de utilizar el spray fue que había muchos recovecos en los acantilados que difícilmente lograría tapar con un pincel grueso a no ser que le dedicara muchas horas. En cambio, con el spray apenas tarde 5 minutos en tenerlo listo. Luego varias capas de pincel seco y listo.



Los pequeños montecitos hechos con papel

Detalle de las pinceladas unidireccionales del camino


Para pintar el río en primer lugar utilicé el mismo esquema que el camino, pero luego añadí azul a la mezcla, diluyendo mucho, y pinté las rocas más pequeñas y el fondo del cauce, justo hasta donde pretendía llegar con el efecto agua. Luego ya solo faltó esperar a que secara y aplicarle el líquido mágico. Por desgracia este líquido tarda muchas horas en secar de (24 a 36) y hay que darle 2 o 3 capas para que coja algo de grosor; en mi caso solo pude darle dos capas y de hecho no seco completamente hasta el último día de la partida!

La última fase consistía en añadir vegetación. Compré 3 potes grandes de césped... y no tuve tanto como necesitaba, pero bueno, me las apañé para repartirlo equitativamente entre las mesas y los elementos móviles.







Y hablando de los elementos de escenografía móviles, realicé varias peanas de árboles sobre una base de madera DM y aplicando luego el mismo esquema de terreno y pintura que el resto. Había comprado muchos árboles. ¡¡MUCHOS!! pero la mesa era tan grande que al final me parecieron demasiado escasos. También añadí otros detalles (aunque menos de los que me hubiera gustado), como el poste que señala la dirección de Kislev y Praag o los soldados imperiales colgados, ubicados en el área de despliegue del Caos.



Para finalizar, solo quedaba pintar los laterales de la mesa, que fueron recubiertos con una lámina de DM. Los pintamos de negro y añadimos un faldón del mismo color a la mesa para darle un mejor aspecto. Y en fin, este fue el resultado!






Estoy orgullo del resultado, sinceramente. Aunque como siempre pasa en estos casos, si hubiera tenido un par de días más (y os aseguro que esa semana estuve todas las horas posibles dedicado al proyecto) habría podido mejorar algunas cosas: poner más hierba, o incluso añadir un segundo color de vegetación hubiera quedado muy bien, así como más árboles. Al río también le faltaban esos milímetros de más que se hubieran ganado con una tercera capa del efecto agua. Pero el principal escollo no lo habría podido arreglar aunque hubiera tenido una semana más: la mesa se nos quedó pequeña. Según mis cálculos ambos ejércitos deberían desplegar en varias filas de profundidad para poder desplegar todas las unidades, pero es que una vez dispuestas las minis sobre el tablero, no cabía ni un alfiler! y eso que el área de despliegue de ambos ejércitos era de unos 50cm! Me lo apunto para la siguiente partida...


Comentarios

  1. Inspiración dice, envidia es lo que da :P Coñas aparte si que anima para hacer algo así... al que tenga espacio para ello jajaja. Yo apenas tendría espacio para una de un tercio de largo así que antes de una mesa modular hago piezas sueltas, aunque me falta algo de coherencia entre las piezas. Bueno y la constancia y dedicación que le has dado por supuesto. Eso sí que da inspiración, el ver el resultado final de todo el esfuerzo, a ver si me lo aplico. Enhorabuena una vez más y ánimo con los siguientes proyectos :D

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    1. Gracias Gonzalo, de veras. En efecto, el tema espacio es lo primero. Muchos grupos de juego y clubes disponen de locales para jugar, però no es nuestro caso, así que tuvimos que apañarnos en mi garaje. Y claro, esto supone limitacions (aunque también tiene sus ventajas!). A ver si pasado mañana ya puedo subir el vídeo dedicado al tablero de la ciudad.

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  2. La verdad es que es una pasada ver esta mesa y mas aun un resumen como este!
    Enhorabuena de verdad!

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  3. Espectacular mesa y escenografia. Es lo que dice el compañero, pura envidia. Por desgracia, algunos no disponemos de lugar propio y hay que tirar de tiendas, casas de amigos... ya me gustaria tener esa independencia pero de momento, solo puedo acumular muñecos (y no precisamente muñecos pintados) y jugar cuando se pueda y donde se pueda...

    Felicidades y Namaste!!!

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